Una Mujer, una Pistola y una Tienda de Fideos Chinos de Zhang Yimou es uno de esos films que los espectadores necesitan ver. A estas alturas, este remake en clave feudal de Sangre Fรกcil (1984) de los hermanos Coen ya deberรญa haber recibido todos los aplausos posibles de esas personas que admiran la รณpera prima de los Coen y que hayan comprendido la sabia traslaciรณn del libreto original a tierras chinas, pues la ambiciรณn de Yimou lo ha llevado otra vez (como ya hiciera en Hero) a experimentar con la paleta de colores para proyectar una embriagadora propuesta visual.
Yimou recrea la infidelidad deslocalizando la historia original en un puesto de fideos chinos del siglo XVII, lo que la convierte en un producto algo naif pero respetando el peculiar sentido del humor negro de los Coen. Una aventura eclรฉctica que sรณlo puede entenderse fruto de esa globalizaciรณn bien defendida por un cineasta que en la รบltima dรฉcada nos ha sorprendido por su ingeniosa sofisticaciรณn referencial y su clara adhesiรณn al cine comercial mรกs refinado.
Pero hagamos historia: hace unos meses, durante la celebraciรณn del Festival de Cine de Sitges, antes de entrar en el Auditorio sentรญa un cierto nerviosismo. ยฟZhang Yimou y los hermanos Coen en la misma sala? ยฟQuรฉ puede salir de todo esto? Un apunte: la pelรญcula con la que los Coen debutaron en la gran pantalla es una de esas piezas que ha quedado en mi subconsciente… Y eso que hace exactamente 26 aรฑos que no he vuelto a visionarla.
Recordemos por un momento el argumento: Wang es un hombre pesimista, astuto y avaricioso, dueรฑo de una tienda en la que se sirven fideos chinos en una ciudad situada en un paraje desรฉrtico de China. No hace caso de su esposa, una mujer de lengua viperina que tiene una aventura amorosa con Li, uno de los empleados de Wang. Por su parte, Li es un hombre tรญmido que, muy a pesar suyo, acaba guardando la pistola que su amante ha comprado para matar a su marido.
Pero Wang estรก al tanto de todo lo que hacen. Soborna al agente de policรญa Zhang para matar a la pareja. Visto asรญ, el plan es perfecto: todo se solucionarรก gracias a un final sangriento y cruel perfectamente satisfactorio para รฉl. O al menos, eso piensa. Pero el malรฉvolo Zhang tiene otra idea en la cabeza. Y segรบn se complica la trama, correrรก mรกs sangre y la violencia serรก cada vez mayorโฆ
Una vez mรกs, Yimou nos sorprende. El mismo director explicaba los motivos que le habรญan llevado a rodar la pelรญcula: โMe gustan todas las pelรญculas de los hermanos Coen. Hace unos 20 aรฑos, en un festival de cine, vi su primera pelรญcula, Sangre Fรกcil, y me impresionรณ mucho. Siempre me acordรฉ de esta pelรญcula a pesar de no volver a verla. Un dรญa me vino una idea: ยฟY si convertรญa Sangre Fรกcil en una historia china? Asรญ empezรณ a cobrar forma Una Mujer, una Pistola y una Tienda de Fideos Chinosโ. Nos sorprende por la capacidad que tiene de adaptarse al medio: en un momento haciendo una pelรญcula intimista (Camino a Casa), un retablo histรณrico (ยกVivir!), o un wuxia (La Casa de las Dagas Voladoras). Pasando del barroquismo de La Maldiciรณn de la Flor Dorada a la cรกmara inquieta de la hipercinรฉtica Keep Cool o la plasticidad visual de Hero.
En Una Mujer, una Pistola y una Tienda de Fideos Chinos, Yimou nos enseรฑa rรกpidamente las cartas. La primera secuencia es de una sencillez aplastante, pero digna de ser enseรฑada en una escuela de cine. Por colorido, por los diรกlogos, por el humor. Y a partir de ahรญ la comedia no abandonarรก la sala, como si se tratara de un juego de puertas que se abren y se cierran, todo funciona con una precisiรณn endiabladaโฆ hasta el รบltimo tercio de la cinta, previa a la resoluciรณn de la historia, donde el humor deja paso a la tragedia, cuando los personajes irรกn encontrando su retorcido destino, y las puertas que han ido abriรฉndose y cerrรกndose, acabarรกn por cerrarse en un antolรณgico final de fiesta.
Enrique Garcelรกn (CineAsia)
