Un paseo por Nara, Japón

21/04/2014

La ciudad japonesa de Nara tiene 365.000 habitantes y está a menos de 1 hora de Osaka y Kyoto en tren. Fue durante mucho tiempo la capital de la nación, la cuna del arte, de la industria y de la literatura japonesa. En esa época dorada se erigieron suntuosos palacios, templos y grandes residencias en una zona de gran extensión. Gran parte de este legado arquitectónico y cultural aún se conserva casi igual que cuando los edificios fueron construidos.

Nara es especialmente conocido por su parque, llamado popularmente Parque de los Ciervos, en el que más de 1.000 animales de esta especie deambulan tranquilamente por él. Además de ver a estos preciosos animales, un paseo por aquí nos permitirá contemplar algunos de los más llamativos monumentos históricos de la ciudad.

 

 

En la zona más occidental del Parque se encuentra el Templo Kofukuji, que se fundó en el 710 d.C. como templo tutelar de la familia Fujiwara. En la antigüedad el templo llegó a contar con un complejo de 175 edificios, pero la mayoría fue desapareciendo con el paso del tiempo. Los que aún continúan en pie son: La Pagoda de los Cinco Pisos, el Recinto Principal del Este y la Pagoda de Tres Pisos. La Pagoda de Cinco pisos cuando se refleja en el Estanque Sarusawa es una de las vistas más fotogénicas de la ciudad. El Museo Nacional de Nara es otro punto de interés importante. Se encuentra a pocos minutos a pie del Kofukuji. Exhibe múltiples objetos artísticos, muchos de ellos relacionados con el arte Budista.

 

 

El Templo Todaiji destaca por el Gran Buda Daibutsu, la mayor estatua de Buda en bronce del mundo. Tiene 16’2 metros de altura y pesa 452 toneladas. El recinto en el que se aloja es el mayor edificio de madera del mundo. Tiene 57 metros de ancho, 51 de largo y 49 de altura. Ambos datan de mediados del siglo VIII, para tras varios daños ocasionados por disntintos fuegos, el complejo actual data de 1709.

 

 

El santuario Kasuga es uno de los templos sintoistas más importantes del país, por lo que también merece una visita. Su color bermellón ofrece un contraste espectacular con respecto a los verdes bosques circundantes. Sus más de 3.000 linternas de piedra y metal son ofrendas de los fieles a las deidades del santuario.

 

 

Otro lugar muy importante es el templo Toshodaiji, uno de los más valiosos que existen del siglo VIII por su estructura y la armonía de sus líneas. El objeto más importante que alberga es una estatua lacada de 3,3 metros de altura de Birushana.

Otro lugar de interés es la pagoda de tres pisos del Templo Yakushiji. Sus 38 metros de altura han permanecido inalterados desde su construcción en el año 680. Alberga imágenes de bronce de la Trinidad Yakushi, ejemplos representativos del arte del Periodo Hakuho. Existen otros muchos lugares destacables en Nara, pero no podemos dejar de citar el templo Horyuji debido a que es uno de los lugares qué más obras de arte reúne de todo Japón. Sus 40 edificios principales guardan estatuas, pinturas y salas que son en sí puras obras de arte.

 

 

Si viaja a Japón, una visita a Nara es algo que no se puede dejar de hacer para que nuestra experiencia en el país del Sol Naciente sea lo más completa posible.

 

 

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