Enclavado en el monte Song, en Dengfeng (China), se encuentra el templo Shaolin, considerado la cuna del Kung Fu y uno de los mayores centros de peregrinaciรณn al que acuden los estudiosos de las artes marciales de todo el mundo.
El templo, construido en el aรฑo 495 en uno de los cinco montes sagrados chinos, alcanzรณ gran notoriedadย por su cercanรญa a la ciudad de Luoyang -un importante centro de poder para varias dinastรญas- y por la participaciรณn de los monjes en la defensa de los ataques de piratas chinos y japoneses durante varios periodos de la dinastรญa Ming. El edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2010, lo que le proporciona aรบn mรกs interรฉs como lugar de visita para los turistas que viajan a China.
Aunque existe cierta controversia por el uso de las artes marciales en el entorno del budismo -religiรณn que rechaza cualquier forma de violencia-, fue el monje Bodhidharma quiรฉn introdujo esta prรกctica para que los otros religiosos pudieran realizar correctamente sus ejercicios de meditaciรณn. Muchos de los monjes, con una vida sedentaria, se quedaban dormidos y aletargados en los momentos de concentraciรณn y relajaciรณn necesarios para la bรบsqueda de la iluminaciรณn que se consigue meditando.
De ese modo, Bodhidharma desarrollรณ mรกs de 100 movimientos de Kung Fu (que se traduce como “prรกctica y habilidad”) para lograr el pleno la disciplina, el esfuerzo y el pleno equilibrio de los monjes entre mente y cuerpo.
Segรบn la leyenda, Bodhidharma, para dar el ejemplo, practicรณ la meditaciรณn sentado con la cara frente a la pared en una cueva en las cercanรญas del Templo durante mรกs de nueve aรฑos, dejando la imagen de su sombra grabada en la pared de la roca. El monasterio posee una arquitectura muy interesante, con un rico patrimonio de esculturas, pagodas y jardines.
Aunque muchas รกreas han ido siendo reconstruidas a lo largo de los siglos, afectadas por los numerosos conflictos que han tenido lugar en los alrededores, lo cual le da un fuerte carรกcter histรณrico a todo el entorno. En una visita, se pueden recorrer muchos de sus rincones, conocer a los monjes e incluso asistir a un espectรกculo de Kung Fu donde los jรณvenes demuestran sus habilidades.
Pero ademรกs del Templo en sรญ, Denfeng posee un atractivo especial por sus mรกs de 40 kilรณmetros cuadrados de monumentos y edificios dignos de interรฉs. Entre ellos podemos encontrar el Observatorio de Dengfeng, la plataforma del reloj de sol de Zhougong, las torres Taishi, Shaoshi y Qimu o el templo Shuzu.
Por todo ello, cualquier viajero que desee profundizar en el misterioso mundo de las artes marciales chinas, en el budismo zen, en el misticismo de los monjes Shaolin y en buena parte de la tradiciรณn china, no deberรญa dejar de visitar Dengfeng y todo el legado histรณrico y cultural que ofrece al visitante.