Localizado en la zona más meridional de Myanmar se encuentra el Archipiélago de Mergui: Un lugar paradisíaco que comprende más de 800 islas e islotes. Gracias al complicado acceso que presenta la zona, las islas y los mares circundantes están llenos de vida, con una enorme biodiversidad y belleza.
Los únicos verdaderos habitantes de la zona son la etnia Salon, una tribu que vive de su dedicación al mar, pues son buenos navegantes y excelentes pescadores. Ellos viven en barcos durante la época seca y se mudan a tierra firme cuando llega el monzón, para evitar el mar embravecido.
Son una tribu muy interesante porque todavía conservan las técnicas de pesca y de construcción de barcos usados desde hace siglos por cada generación. Además, crean y arreglan sus propios aparejos de pesca y sus vidas están íntimamente ligadas a la navegación, como es obvio. Cada 16 de febrero se celebra el Festival de Salone para promover la forma de vida del archipiélago y atraer al turismo.
Como no podría ser de otro modo, una de las cosas que más destacan en el archipiélago es la enorme belleza de sus aguas, su extensa vida marina y la fauna y la flora que impera en el archipiélago. Por ello es un destino muy celebrado por buceadores de todo el mundo, que vienen a practicar su deporte favorito en las aguas de este jardín del Edén marino. Aunque eso sí: Son pocas las áreas en las que se permite esta actividad para preservar la sostenibilidad de la zona de un modo ecológico.
De hecho, casi todas las empresas que ofrecen servicios en la zona se dedican al eco-turismo. Así, podemos encontrar actividades de navegación, snorkel, buceo, exploración sobre la isla, navegación en Kayak o una combinación de varias experiencias.
Los viajeros que se adentren en el archipiélago de Mergui sentirán que viven toda una aventura sin renunciar al relax que transmiten sus playas selváticas ni a aprender mucho sobre el modo de vida de sus habitantes.