En un viaje a Japón no puede faltar conocer su milenaria historia, que se ve reflejada en cada rincón. Sin embargo, si hay un destino que se caracteriza por su reconocido y largo pasado, es Kyoto, ubicado en el centro del país, es la antigua capital y tiene literalmente 2.500 templos y santuarios. Por este motivo, a continuación descubrirás qué ver y qué hacer en esta impresionante ciudad que se divide en cinco principales áreas: el centro y sus cuatro puntos cardinales.
1. Viaje a Japón: perderse por el centro de Kyoto
El centro de Kyoto, que se suele visitar junto a la zona oeste de la ciudad, cuenta con grandes atractivos turísticos, entre los que destacan el Palacio Imperial, el castillo de Nijo, la calle Sanjo y los dos templos Higashi Hongan-ji y Nishi Hongan-ji.
El Palacio Imperial de Kioto y sus jardines
Se trata de la antigua residencia oficial de la familia imperial de Japón, que tuvo uso desde 1331 hasta 1866, cuando terminó el periodo Edo y comenzó la restauración Meiji. Fue en este preciso momento cuando la figura del emperador se restauró en el país, por lo que el Palacio Imperial de Kioto es un claro símbolo del cambio de la ciudad.
Este monumento se encuentra en el interior del parque imperial de Kyoto y, al contrario que el palacio, abre todos los días. Es un lugar ideal para pasear, disfrutar de un picnic, descansar del bullicio de las transitadas calles de la antigua capital japonesa o admirar su pasado imperial. En este sentido, en el parque, además de diferentes templos y santuarios, te encontrarás con una gran zona natural donde apreciar más de 50.000 árboles de cerezos o shidare-zakura -característicos árboles japoneses que florecen entre finales de marzo y comienzos de abril-.
El castillo de Nijo
El castillo de Nijo, que, traducido al castellano, significa “el castillo de la calle dos”, es una de las construcciones que más te sorprenderán en tu viaje a Japón por la impresionante arquitectura que refleja del periodo Edo. Precisamente, fue construido en 1603, justo al inicio de este periodo, con el objetivo de convertirse en la residencia familiar del primer shogun, Tokugawa Ieyasu. En 1867, cuando se abolió el shogunato y el país se abrió al exterior, el castillo se utilizó durante una temporada como palacio imperial hasta que fue donado a la ciudad y abrió sus puertas.
Una de las piezas arquitectónicas más sorprendentes y que más llama la atención de todos los visitantes que se acercan al castillo es la puerta Karamon, que conduce hasta la entrada del palacio Ninomaru. Además, cabe destacar que dentro del mismo se encuentran las populares salas de tatami, con suelos del estilo ruiseñor, una superficie de madera característica por chirriar cuando alguien pasa por encima y que antiguamente se utilizaba como defensa ante las visitas no esperadas.
La calle Sanjo y su arquitectura del periodo Meiji y Taisho
En todo viaje a Japón organizado no puede faltar un paseo por la maravillosa avenida Sanjo, especialmente por el tramo en el que se junta con las calles Muromachi y Teramachi, debido a que sus edificios y bienes de interés cultural son un claro reflejo de los periodos Meiji y Taisho, unos de los más importantes de la historia japonesa.
En concreto, el periodo Meiji -de 1868 a 1912- se dio durante los 45 años de reinado de su emperador, cuando el país logró salir de una larga época feudal y de pobreza para iniciar un proceso de modernización, que se puede apreciar perfectamente en las fachadas de los edificios de la calle Sanjo. Al terminar esta etapa, el emperador Taisho consiguió subir al trono durante un corto tiempo -de 1912 a 1926-, generando movimientos todavía más liberales en el país.
Los templos Higashi Hongan-ji y Nishi Hongan-ji
Los templos Higashi Hongan-ji y Nishi Hongan-ji son parte de una de las sectas más influyentes del budismo japonés: Tierra Pura. El primero se construyó en 1591 gracias a la donación de unas tierras, y posteriormente, en 1602, se construyó el segundo. Ambos son una joya arquitectónica que reflejan el pasado de esta religión, ya que su creación buscaba representar la muerte del fundador de esta secta, que, hasta entonces, tan solo contaba con un mausoleo construido en el año 1173 por la hija del mismo para consagrar los restos de su padre.
2. En el oeste de Kyoto conoce el distrito de Arashiyama
En un viaje a Japón, una de las actividades más populares entre los turistas es acercarse a conocer el bosque de bambú. En este caso, al oeste de Kyoto se encuentra el distrito de Arashiyama, que, además de ser un enclave precioso por su entorno natural, también ofrece la posibilidad de realizar diversas actividades en su bosque de bambú.
Destaca la visita al templo Tenryu-ji, uno de los más grandes de la ciudad. Y es que, Arashiyama alberga varios templos, como por ejemplo, el templo Seiryo-ji que contiene una estatua de buda desde hace más de 1.000 años; el templo Gio-ji y su maravilloso jardín de musgo; el templo Adashino Nenbutsu-ji, en el que se encuentran varias estatuas en honor a las almas de los muertos o el templo Otagi Nenbutsu-ji, conocido por sus 1.200 estatuas de piedra de rakan -devotos del budismo-, cada una con una expresión diferente.
Una de las formas más populares de recorrer el bosque de bambú de Arashiyama es en rickshaw -vehículo característico de Asia de dos ruedas preparado para transportar personas y tirado habitualmente por un hombre-. Se trata de la forma más tranquila de poder admirar el paisaje y los espacios verdes de este impresionante lugar, y así, comprenderás la importancia que tiene para los japoneses la naturaleza.
Precisamente, otro de los paseos que te recomendamos dar en Arashiyama es el que recorre la garganta del río Hozu ida y vuelta a bordo del barco. Esta costumbre comenzó cuando los aristócratas Heian navegaban para liberarse temporalmente del protegido mundo de la realeza, y hoy en día se ha convertido en una de las visitas más agradables para admirar la belleza del río. Aún así, cabe destacar que la visita en un tren vagoneta que recorre la ribera del río te permitirá observar el cambiante paisaje de este distrito.
3. Descubre las maravillas del norte de Kyoto
En la zona norte de Kyoto se ubica uno de los lugares más visitados y especiales de la ciudad: el pabellón dorado o Kinkaku-ji. Se trata de un complejo construido en 1397 como villa de descanso del shogun, cuyo hijo lo transformó en un templo Zen de la secta Rinzai tras su muerte. Sin embargo, este monumento sufrió varios incendios durante la guerra Onin en 1950, por lo que la fachada actual es una réplica de la original. Aún así, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994 y es uno de los puntos con más significado histórico, por lo que merece la pena visitarlo.
Una de las características más destacadas del pabellón dorado es que las dos plantas superiores están recubiertas de hojas de oro puro, también conocido como Pan de oro. Además, cuenta con un estanque en el que existen numerosas islas y piedras que representan la historia de la creación budista.
4. El este de Kyoto: una de las zonas más importantes en un viaje a Japón
En el este de Kyoto se encuentran los principales monumentos de la ciudad y que todo el que esté pensando en realizar un viaje a Japón debe conocer. Te recomendamos que visites este área acompañado de un guía y que le dediques un día entero, al menos para visitar los puntos más relevantes: el templo de Kiyomizu-dera, el santuario de Heian y el barrio de Gion, entre otros.
El templo de Kiyomizu-dera
El templo Kiyomizu-dera, también conocido como “el templo del agua pura”, es un conjunto de recintos religiosos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994. Su imagen es una de las más conocidas en Kyoto, y es que, es uno de los monumentos más antiguos de la ciudad: fue construido en el año 778 junto a la cascada Otowa, que es precisamente lo que le dio el nombre en referencia al agua pura. No obstante, a pesar de haber sido fundado a comienzos del periodo Heian, los edificios actuales se construyeron en 1631 dado que el templo se incendió en varias ocasiones debido a su estructura de madera.
El santuario de Heian
Se trata de uno de los edificios más atractivos de cualquier viaje a Japón por su gran torii. El Santuario Heian fue construido en 1895 con motivo del 1100º aniversario de la fundación de Heian-kyo -antiguo nombre de Kyoto-, y está dedicado a los emperadores Kanmu -el fundador que estableció la capital en Heian-kyo- y Komei -el último en residir en Kioto antes del periodo Meiji-. Uno de los datos más curiosos es que, tras incendiarse los 9 edificios que lo componen, se reconstruyeron a través del dinero de una colecta ciudadana.
El barrio de Gion
El barrio de geishas de Gion es uno de los más conocidos de todo Japón. En él se encuentran unas 80 casas de té en las que trabajan día tras día maikos y geishas. Te recomendamos ver un espectáculo en el teatro Gion Corner para familiarizarte con las artes tradicionales japonesas, teniendo en cuenta que es uno de los pocos lugares donde verás a las maikos actuar.
5. Saca una de las fotos más famosas de Japón en el sur de Kyoto
En el sur de Kyoto se encuentran dos de los lugares más visitados de la ciudad y que representan la portada de muchas de las postales de Japón. Se trata del santuario de To-ji y del santuario de Fushimi Inari Taisha.
El templo To-ji
El santuario To-ji es un templo budista de la secta Shingon construido en 796, cuando Kyoto todavía era la capital de Japón. Junto con el desaparecido templo Saiji, este monumento guardaba la entrada sur de la ciudad y fue uno de los tres únicos templos budistas permitidos durante este periodo. Actualmente, es el único que sigue en pie. Uno de los principales atractivos del templo Toji es su pagoda de cinco pisos y 54,8 metros, la estructura de madera más alta de todo el país que es posible contemplar desde diversas partes de la ciudad.
El santuario de Fushimi Inari Taisha
Si vas a viajar a Japón desde España no puedes dejar pasar la oportunidad de visitar el santuario de Fushimi Inari Taisha para sacar una de las fotos más populares de todo el país en su gran pasillo de más de 10.000 torii. Y es que, aunque en la actualidad tan solo existan alrededor de 32.000 seguidores dedicados al dios Inari, este lugar se construyó en el siglo VIII por los fanáticos de esta creencia, cuyas familias donaron los torii que componen este impresionante lugar.
En definitiva, Kyoto es uno de los destinos de Japón con más historia, no solo por haber sido la antigua capital del país, sino por los diferentes periodos y emperadores que han pasado por el lugar en el pasado. Así, visitar este destino requiere de una gran preparación previa y un guía que te aclare la historia de los monumentos cuando estés en Kyoto. Por este motivo, te recomendamos que te pongas en contacto con nosotros para que podamos organizar el viaje de tus sueños a Japón.